Los Juegos Olímpicos de este año tienen el potencial de revolucionar la forma en que manejamos el excedente de alimentos, escribe Massimo Bottura.
Los próximos Juegos Olímpicos de 2024 están a punto de comenzar y prometen ser espectaculares. Junto a la belleza atemporal de la ciudad anfitriona, París, y la ambición de más de 10.000 atletas, sus organizadores tienen como objetivo establecer nuevos estándares de sostenibilidad, circularidad y reducción de residuos. En cuanto a la reducción del desperdicio de alimentos, esa ambición es tan noble como la de los atletas que intentan batir récords este año. Se desperdician mil millones de toneladas de alimentos cada año. Los hogares por sí solos desperdician más de mil millones de comidas al día en un mundo donde una de cada diez personas sufre de hambre.
Como amante de la comida y las personas, encuentro inaceptable este nivel de desperdicio. Necesitamos aprovechar al máximo la comida. Los Juegos Olímpicos de París son una oportunidad para actuar. En los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro en 2016, me impactó descubrir que las frutas y verduras sin utilizar se quemaban porque era más caro distribuirlas entre aquellos que las necesitaban. Mi esposa y yo lanzamos “Food for Soul” para recolectar este excedente de alimentos y mostrar su potencial en la preparación de comidas sabrosas y saludables, servidas con hospitalidad a personas en situación de vulnerabilidad social. Comenzó como un proyecto cultural para crear conciencia sobre el desperdicio de alimentos y el aislamiento social, con el objetivo final de cambiar la forma en que cuidamos a las personas y al planeta.
Los organizadores de los Juegos Olímpicos de París 2024 reconocen el problema y se comprometen a colaborar con asociaciones que recogerán y redistribuirán el excedente de alimentos, además de adaptar recetas para maximizar su uso completo y ajustar las porciones de comida adecuadamente. El plan “Visión Alimentaria 2024 para París” se dedica a la recuperación del 100% de los recursos alimentarios no consumidos. Si se implementan estos planes, podría ser un gran avance: el informe inicial sobre el desperdicio de alimentos generado por las 13 millones de comidas servidas durante los Juegos Olímpicos podría informar y mejorar las prácticas en futuros Juegos Olímpicos en Milán, Los Ángeles y Brisbane.
Si la era industrial creó una abundancia sin precedentes al revolucionar la producción de alimentos, el siglo XXI necesita una nueva revolución en el consumo de alimentos para reducir a la mitad el desperdicio de alimentos para el 2030. Según el índice de desperdicio de alimentos del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente de este año, una tercera parte de la humanidad se enfrenta a la inseguridad alimentaria, mientras que el equivalente a mil millones de comidas se desperdician cada día. A medida que nos alejamos de las prácticas tradicionales de la vida rural, desperdiciamos cada vez más en las ciudades. En lugar de cocinar y comer en comunidad, cada vez más comemos solos. Los Juegos Olímpicos ofrecen una gran oportunidad para crear conciencia entre los consumidores sobre los efectos del desperdicio de alimentos en el medio ambiente y las acciones simples que las personas pueden tomar durante los juegos y, lo que es más importante, cuando regresan a casa.
Después de todo, el hogar es donde se desperdicia más comida, como lo confirma el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente. Esto significa comprar y almacenar alimentos de manera responsable y usar las sobras de manera creativa. A menudo, las personas se sorprenden al descubrir lo fácil que es almacenar y transformar alimentos cotidianos como hojas de apio, migas de pan, frutas demasiado maduras y quesos Parmigiano en caldos maravillosos, helados, salsas tradicionales y refrigerios. Comprar de manera inteligente y desperdiciar menos.
Una mayor conciencia pública también podría motivar a los gobiernos a actuar. Aunque solo unos pocos países han incluido la reducción de la pérdida y el desperdicio de alimentos en sus planes nacionales relacionados con el clima, cuando los gobiernos actúan, los resultados son impresionantes. En tan solo unos pocos años, el Reino Unido y Japón redujeron su desperdicio de alimentos entre un 20% y un 30%. La campaña del “Plato Limpio” de China se centró tanto en el desperdicio de alimentos como en la inseguridad alimentaria. Brasil está midiendo el desperdicio de alimentos y desarrollando nuevas estrategias nacionales para la reducción de la pérdida y el desperdicio de alimentos. En mi propio país, Italia, una ley utiliza incentivos fiscales para las donaciones de alimentos a punto de ser desperdiciados.
Llevo más de cuatro décadas en esta industria y mi lema se aplica a restaurantes, minoristas y hogares: comprar de manera inteligente y desperdiciar menos. Comprar ingredientes de temporada, locales y sostenibles es el primer paso hacia comidas más saludables para reducir el desperdicio de alimentos. Cocinar con lo que hay en la despensa y vaciar el refrigerador antes de comprar más son pasos simples para reducir el desperdicio de alimentos en el hogar.
Los beneficios de revolucionar nuestro sistema de pérdida y desperdicio de alimentos serían tan emocionantes como cualquiera de las 329 medallas de oro que se pueden ganar en los Juegos Olímpicos de París: podría reducir hasta un 10% las emisiones globales de gases de efecto invernadero y apoyar la biodiversidad. Ahorraría agua, reduciría la pobreza y ayudaría a que las economías crezcan.
Al implementar un sistema que garantice que el 100% de los alimentos no se desperdicie sino que se controle y mida, con la compartición de conocimientos, los Juegos Olímpicos de París pueden establecer un nuevo estándar en la reducción del desperdicio de alimentos. También podrían inspirar a innumerables eventos como conferencias, competencias o conciertos a poner este desafío en primer plano de nuestras prioridades.
Massimo Bottura es un reconocido chef italiano, cofundador de Food for Soul y Embajador de Buena Voluntad del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA).
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Preguntas frecuentes sobre la reducción del desperdicio de alimentos en los Juegos Olímpicos de París 2024:
1. ¿Cuál es el objetivo principal de los Juegos Olímpicos de París 2024 en relación al desperdicio de alimentos?
Los organizadores se comprometen a establecer nuevos estándares de sostenibilidad, circularidad y reducción de residuos, incluyendo la reducción del desperdicio de alimentos.
2. ¿Cuánta comida se desperdicia cada año?
Se desperdician mil millones de toneladas de alimentos cada año.
3. ¿Cuál es la iniciativa “Food for Soul”?
“Food for Soul” es un proyecto cultural que busca recolectar el excedente de alimentos y mostrar su potencial en la preparación de comidas sabrosas y saludables, servidas a personas en situación de vulnerabilidad social.
4. ¿Qué propone el plan “Visión Alimentaria 2024 para París”?
El plan se dedica a la recuperación del 100% de los recursos alimentarios no consumidos durante los Juegos Olímpicos, colaborando con asociaciones que recogerán y redistribuirán el excedente de alimentos, además de adaptar recetas para maximizar su uso completo y ajustar las porciones de comida adecuadamente.
5. ¿Cuál es el objetivo global para reducir el desperdicio de alimentos?
El objetivo es reducir a la mitad el desperdicio de alimentos para el año 2030.
6. ¿Cómo se puede reducir el desperdicio de alimentos en el hogar?
Se pueden tomar acciones como comprar y almacenar alimentos de manera responsable, usar las sobras de manera creativa y cocinar con lo que hay en la despensa antes de comprar más.
7. ¿Qué beneficios se podrían obtener al reducir el desperdicio de alimentos?
Al reducir el desperdicio de alimentos se podrían disminuir hasta un 10% las emisiones globales de gases de efecto invernadero, apoyar la biodiversidad, ahorrar agua, reducir la pobreza y promover el crecimiento económico.
Definiciones de términos clave:
– Desperdicio de alimentos: Se refiere a la pérdida o el desecho de alimentos que aún son aptos para el consumo humano.
– Sostenibilidad: Se refiere a la capacidad de satisfacer las necesidades del presente sin comprometer la capacidad de las futuras generaciones para satisfacer sus propias necesidades.
– Circularidad: Se refiere a un sistema en el que los recursos, incluyendo los alimentos, se utilizan de manera eficiente, se reducen los residuos y se promueve la reutilización y el reciclaje.
– Recursos alimentarios: Se refiere a los alimentos y los recursos asociados con su producción, como el agua, la energía y la tierra.
Enlaces relacionados:
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