La ciencia detrás del picante: cómo nuestro cuerpo reacciona ante los alimentos picantes

Cuando probamos alimentos picantes, nuestro cuerpo se embarca en una aventura salvaje. Sin embargo, ¿por qué algunas personas disfrutan de esa sensación ardiente y otras la temen? La respuesta no es tan simple, ya que hay muchos factores que influyen en esta preferencia. Desde nuestros genes y personalidad hasta el lugar donde crecimos e incluso los alimentos que consumen nuestros amigos.

En Estados Unidos, los gustos sobre el picante están divididos. Según una encuesta, el 40% de los adultos estadounidenses disfrutan de los alimentos picantes, mientras que el 45% prefiere la comida más suave. Pero, ¿qué sucede en nuestro cuerpo cuando comemos algo picante?

Nuestro sistema nervioso reacciona de la misma manera al comer un chile picante que al tocar una estufa caliente. Esto se debe a que un pequeño conjunto de receptores en nuestro cuerpo no puede distinguir entre ambos estímulos. Estos receptores se llaman receptores TRPV1 y están presentes en nuestra piel, sistema respiratorio, tracto digestivo y, por supuesto, en nuestra lengua. Cuando estos receptores detectan calor peligroso, envían una señal de alarma química al cerebro para decirle que se detenga.

Sin embargo, cuando entran en contacto con la capsaicina, el compuesto químico responsable del picante de los chiles, estos receptores también se activan. Esto desencadena una serie de reacciones en nuestro cuerpo. Comenzamos a salivar, aunque puede ser difícil notarlo mientras nuestros labios y lengua arden. Con el tiempo, estas partes del cuerpo pueden adormecerse temporalmente, ya que los receptores se agotan y dejan de enviar señales de alarma. Pero nuestros ojos, nariz y tracto digestivo también tienen estos mismos receptores, y la capsaicina se está dirigiendo hacia ellos.

Nuestro cuerpo responde a esta sensación de picante de varias maneras. Producimos más saliva, nuestros ojos se llenan de lágrimas y la nariz comienza a gotear. Algunas personas pueden experimentar náuseas e incluso vómitos. Además, el cerebro libera hormonas analgésicas llamadas endorfinas para contrarrestar el dolor causado por la capsaicina. Esto puede ir seguido de una dosis de dopamina, un químico que eleva el estado de ánimo. Aunque las reacciones pueden variar de una persona a otra y aún no se comprenden completamente, algunas personas incluso describen una sensación de euforia similar al efecto de la marihuana o la euforia de un corredor después de comer alimentos extremadamente picantes.

El sistema de enfriamiento también se activa debido a la creencia errónea de que hay un problema de calor en nuestro cuerpo. Los vasos sanguíneos se dilatan y envían sangre a la superficie de la piel para liberar calor, lo que provoca enrojecimiento en la cara y en la boca. Comenzamos a sudar para regular la temperatura corporal, incluso nuestras yemas de los dedos se calientan.

Comer alimentos picantes generalmente es inofensivo para las personas que no tienen una sensibilidad excesiva a la capsaicina. Sin embargo, el consumo extremo puede causar problemas graves, como arritmias cardíacas, dificultad para respirar y reflujo ácido del estómago que podría ser inhalado hacia los pulmones.

En conclusión, nuestro cuerpo experimenta una serie de reacciones cuando consumimos alimentos picantes. Desde la activación de receptores de alarma en nuestra lengua hasta las respuestas de sudoración y la liberación de hormonas para contrarrestar el dolor. Aunque disfrutar del picante es una cuestión de preferencia personal, está claro que hay una fascinante ciencia detrás de nuestra respuesta a los alimentos picantes.

Preguntas frecuentes sobre los alimentos picantes:

¿Por qué algunas personas disfrutan de alimentos picantes mientras que otras los temen?
La preferencia por los alimentos picantes puede estar influenciada por varios factores, como los genes, la personalidad, el entorno en el que crecimos y los alimentos que consumen nuestros amigos.

¿Qué sucede en nuestro cuerpo cuando comemos algo picante?
Cuando consumimos alimentos picantes, nuestro sistema nervioso reacciona de manera similar a cuando tocamos algo caliente. Esto se debe a que los receptores TRPV1 en nuestro cuerpo no pueden distinguir entre ambos estímulos. Estos receptores se activan cuando detectan calor peligroso o cuando entran en contacto con la capsaicina, el compuesto químico responsable del picante de los chiles. Esto desencadena reacciones como salivación, adormecimiento temporal en labios y lengua, producción de lágrimas y goteo nasal. Además, el cerebro libera hormonas analgésicas y dopamina para contrarrestar el dolor y elevar el estado de ánimo respectivamente.

¿Qué otras partes del cuerpo se ven afectadas por el consumo de alimentos picantes?
Además de la lengua, los receptores TRPV1 también se encuentran en la piel, sistema respiratorio y tracto digestivo. Por lo tanto, nuestros ojos, nariz y estómago también experimentan reacciones como lágrimas, goteo nasal y posibles náuseas y vómitos.

¿Cómo reacciona nuestro cuerpo a la sensación de picante?
Nuestro cuerpo produce más saliva, los ojos se llenan de lágrimas y la nariz comienza a gotear. También puede haber náuseas e incluso vómitos en algunas personas. El cerebro libera hormonas analgésicas y dopamina para contrarrestar el dolor y elevar el estado de ánimo, respectivamente.

¿Por qué sentimos calor en la cara y en la boca al comer alimentos picantes?
El cuerpo activa su sistema de enfriamiento a medida que cree erróneamente que existe un problema de calor interno. Esto provoca que los vasos sanguíneos se dilaten y envíen sangre a la superficie de la piel, lo que produce enrojecimiento en la cara y en la boca. Además, comenzamos a sudar para regular la temperatura corporal.

¿Cuáles son los posibles problemas asociados con el consumo extremo de alimentos picantes?
El consumo extremo de alimentos picantes puede causar problemas graves, como arritmias cardíacas, dificultad para respirar y reflujo ácido del estómago que podría ser inhalado hacia los pulmones.

Para obtener más información sobre este tema, puede visitar los siguientes enlaces:

Especias saludables – Mayo Clinic
Gusto y olfato – MedlinePlus